Ricardo Nervi: sonetangos y lunfardo en el Instituto Félix Bernasconi de Parque Patricios
En
las palabras inaugurales del propio Ricardo Nervi:
Una tardecita de
Buenos Aires (sin ese “qué se yo, ¿viste?”) decidimos -lo decidió la Asociación
Argentina de Lectura- que había que tomar al toro por las astas y no
escabullirle el bulto al tema del lunfardo en la escuela. Sobre el pucho nos
dirigimos a la Academia Porteña del Lunfardo invitándola a cubrir un panel
coordinado por quien esto escribe. La respuesta, inmediata, fue afirmativa. Se
convino en que intervendrían los académicos Barcia, Gobello, De Lara, Berenguer
Carissomo (no se hizo presente) y el periodista José Luis Maccaggi. Los cuatro
que agarraron viaje dictaron cátedra de su especialidad en los severos
claustros del Instituto Bernasconi, en el Parque de los Patricios.
La cita que se transcribe es el primer
párrafo de “Zaguán”, el texto que el propio Nervi redactó para darle la
bienvenida al lector a sus Sonetangos
estrambóticos (Santa Rosa, Voces-CPE,
2012).
Si bien el encuentro organizado por el
autor no tiene fecha precisa, se puede situar al filo del inicio de la década
del sesenta. Esto es así porque, de acuerdo con sus biógrafos, el escritor -nacido
en Castéx en 1921 y fallecido en Santa Rosa en 2004- se radicó en la ciudad de
Buenos Aires en 1958.
En ese entonces, y después de una larga
trayectoria como maestro rural en las provincias de Misiones y La Pampa,
continuó su labor docente en los porteños colegios Sarmiento y Bernasconi.
Época en la que se produjo, además, su acercamiento decidido y definitivo a la
poesía tanguera y, en consecuencia, el comienzo de la redacción de sus sonetangos.
Fue así que, hace unos meses, siguiendo
el itinerario trazado en el prólogo mencionado, nos apersonamos en el Instituto
Félix Bernasconi, ubicado en el sur de la Capital Federal, a media docena de
cuadras de la cancha de Huracán. Si bien el establecimiento ocupa una manzana
completa y varias entradas, el catastro aclara que su dirección legal tiene
también eco de poesía y tango: Cátulo Castillo 2750.
Nos presentamos formalmente, como
miembros de las cátedras de Teoría y análisis literario y el Seminario de
literatura regional de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad
Nacional de La Pampa, y pedimos permiso para acceder a la biblioteca. La
primera sorpresa fue que el Bernasconi (una escuela poco común para la
Argentina: cuenta con una pileta de natación y un teatro propios, por ejemplo)
tiene varias bibliotecas. De modo que finalmente nos condujeron a la central y
más grande.
Pese a que la bibliotecaria nos escuchó
con entusiasmo, repasó con nosotros la mención referida de Nervi y la certeza
de que supo trajinar esas aulas, salas, patios y bibliotecas, no pudimos
encontrar rastro ni del escritor pampeano ni de aquella mesa debate que intentó
llevar la cultura lunfarda al sistema escolar como un modo de ampliar y renovar
la tarea de la formación de chicos y maestros. Según los comentarios muchos
registros se han perdido, recién en los últimos tiempos ha comenzado la
digitalización, aunque de un modo parcial;
alguna secretaria se animó a arriesgar que el apellido le sonaba, pero
no mucho más.
De cualquier modo, antes de la
despedida, dejamos un ejemplar de los Sonetangos
estrambóticos con la ilusión de que
ocupe un lugar destacado entre tantos estantes y libros. Una humilde y limitada
manera, quizás ilusoria, de hacer justicia.
De cualquier manera, la bibliotecaria,
Graciela Lizarreta, se conmovió por la visita, aceptó con gran gusto la humilde
donación y se comprometió a seguir buscando con más tiempo la pista de Nervi en
ese establecimiento educativo. Mientras tanto, nos dijo que a la brevedad
subirá los datos del volumen y su autor al muro de Facebook de la biblioteca y
al respectivo blog.
Quedan como testimonio de la visita las
imágenes que enmarcan este breve escrito y que muestran tanto la imponente
arquitectura del Bernasconi (diseñado originalmente por el arquitecto Juan
Waldorp en 1918), dos sus entradas principales; las vitrinas y el pasillo de
acceso a la biblioteca.
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