¡Otro de Morisoli!
Edgar Morisoli presentó Lenguaraz
de confines (Santa Rosa, Pitanguá), un libro de 21 poemas con las
habituales ilustraciones de artistas plásticos y una fotografía.
Presentado en la sede de la Unión de Jubilados de la
provincia, a la media tarde del sábado 3 del corriente, el título “Lenguaraz
de confines” se explica por un poema homónimo inserto en un libro publicado el año pasado (Quinto cuadrante/ Papeles
del trovero). Allí leemos: “No siempre los confines son los que están en la
lejanía, los que aguardan tras la línea móvil del horizonte. También hay
confines dentro de nosotros mismos, en el íntimo reducto de la conciencia y el
sentimiento, en la raíz secreta de la palabra. Confines del reprofundo del
corazón, tan difíciles de alcanzar como los otros”.
En
cuanto al vocablo “lenguaraz” sabemos que el significado no encaja con lo que
dice el modoso diccionario de la lengua (“el que habla con atrevimiento y sin
respeto”) sino con la historia de la frontera argentina del siglo XIX entre
blancos e indios: lenguaraz era la persona bilingüe no solo capaz de oficiar
como traductor e intérprete sino también como mediador entre dos mundos, dos
culturas. En Morisoli el vocablo es una metáfora más del oficio poético.
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